Energia solar fotovoltaica ventajas e inconvenientes

ENERGÍA SOLAR TÉRMICA: ¿QUÉ ES Y CÓMO FUNCIONA?

La energía solar térmica, también conocida como calefacción solar, es una forma de energía sostenible y renovable que aprovecha la fuerza del sol para generar calor. Esta tecnología utiliza colectores solares, que son dispositivos diseñados para captar los rayos del sol y convertirlos en energía térmica utilizable.

Estos colectores, conocidos como colectores solares, suelen instalarse en tejados u otros espacios abiertos donde puedan recibir la máxima luz solar. 

Visión general de la energía solar térmica

Aprovechar la energía térmica del sol es una forma viable y sostenible de producir energía, al tiempo que se minimiza la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de carbono.

La energía térmica ofrece numerosas ventajas, como el ahorro de costes y una larga vida útil con un mantenimiento mínimo. Es un recurso renovable que nunca se agotará, lo que la convierte en una fuente fiable de energía para los años venideros.

Existen varios tipos de sistemas solares térmicos, cada uno con su propio diseño y aplicación.

  • Colectores de placa plana
  • Colectores de tubos de vacío
  • Canaletas parabólicas

Estos sistemas pueden utilizarse para calentar agua para uso doméstico o para generar electricidad para grandes centrales eléctricas. Conocer los distintos tipos es esencial para seleccionar la opción más adecuada en función de las necesidades energéticas y la ubicación geográfica.

La energía solar térmica es una forma eficaz de satisfacer la creciente demanda de energía, preservando al mismo tiempo el medio ambiente.

Conocer la energía solar térmica es fundamental para cualquiera que quiera aprovechar la energía del sol para un futuro más limpio y sostenible.

Ventajas de la energía solar térmica

Reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles, los sistemas solares térmicos generan energía limpia y renovable. Como resultado, los costes energéticos pueden reducirse drásticamente, lo que permite a las empresas ser más inteligentes desde el punto de vista económico.

Con un mantenimiento mínimo y una larga vida útil, los sistemas térmicos solares son una solución energética rentable y fiable. Además, la energía solar térmica puede estimular las economías locales, creando oportunidades de empleo y aumentando la seguridad energética al reducir la dependencia de los combustibles importados.

Por último, el uso de la energía solar térmica tiene un impacto positivo en la calidad del aire, disminuyendo la contaminación atmosférica y los peligros para la salud que conlleva.

Tipos de sistemas solares térmicos

Aprovechando el poder del sol, los sistemas solares térmicos son inestimables para utilizar la energía solar. Desde colectores planos hasta colectores de tubos de vacío y colectores cilindro-parabólicos, hay toda una gama de sistemas disponibles, adaptados a las necesidades y requisitos específicos. 

La producción de agua caliente es una de las muchas aplicaciones que se benefician de los sistemas solares térmicos. Compuestos generalmente por colectores solares, un intercambiador de calor, un depósito de almacenamiento y un sistema de control, estos sistemas captan el calor del sol y lo transfieren a un fluido, como el agua o un fluido caloportador, que circula por el intercambiador de calor y llega al depósito de almacenamiento.

El agua calentada puede utilizarse para diversos fines, como ducharse, lavar los platos o calentar piscinas.

Los sistemas solares de calentamiento de agua son alternativas rentables y ecológicas a los métodos tradicionales de calentamiento de agua, ya que se basan en fuentes de energía renovables y pueden reducir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Cómo funcionan los sistemas solares térmicos

Aprovechando la energía del sol, los sistemas solares térmicos son una tecnología innovadora que genera calor. Estos sistemas captan la radiación solar y la transforman en energía térmica utilizable con la ayuda de colectores solares.

Estos componentes están diseñados para absorber la mayor cantidad posible de radiación solar, utilizando materiales como espejos o tubos de vacío. A continuación, el calor captado se transporta a un fluido caloportador, por ejemplo agua o glicol, que hace circular el sistema.

El fluido caloportador traslada la energía térmica a un depósito de almacenamiento o directamente a la aplicación deseada. Los sistemas solares térmicos pueden utilizarse para agua caliente sanitaria y calefacción, así como para alimentar sistemas de aire acondicionado con refrigeradores de absorción.

Los sistemas pasivos se basan en la convección natural o la gravedad para hacer circular el fluido, mientras que los sistemas activos necesitan bombas para hacerlo circular por el sistema.

Componentes del sistema térmico solar

Aprovechar la energía del sol para generar calor y proporcionar diversas aplicaciones requiere componentes esenciales que conforman un sistema térmico solar. Su núcleo es el colector, que capta y convierte la luz solar en energía térmica.

Los colectores planos o de tubos de vacío son de dos tipos, y cada uno tiene sus propias consideraciones de diseño. Un acumulador almacena el fluido calentado, como agua o una solución anticongelante, que luego se utiliza para agua caliente sanitaria o calefacción.

Las bombas, válvulas y sistemas de control garantizan la circulación y regulación adecuadas del fluido calentado. La Sanitaria ACS también es imprescindible para conservar la energía térmica captada, minimizando las pérdidas del acumulador y las tuberías. 

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