Todos sabemos que el fatídico momento en el que es necesario sustituir una vieja caldera se produce con mayor frecuencia cuando se acerca la temporada de invierno o cuando la vieja caldera empieza a tener fallos técnicos que requieren un mantenimiento importante.
Sin embargo, la mayoría de las veces nos preguntamos qué criterios debemos utilizar para hacer la elección correcta porque no tenemos mucha experiencia y conocimientos sobre el tema y porque ahora nos bombardean con constantes descuentos y promociones en muchos modelos de calderas que se diferencian entre sí por las múltiples funciones que realizan.
Otra duda que genera mucha incertidumbre es la relativa a la elección del sistema más adecuado tanto para el suministro de agua caliente como para la calefacción de nuestro hogar u oficina.
Para tener respuestas claras y un mayor conocimiento, a la hora de elegir la caldera de condensación más adecuada, es necesario, en primer lugar, estar informado sobre la evolución del mercado, que ofrece constantemente nuevos modelos de calderas, y sobre las soluciones tecnológicas y los dispositivos que tratan de hacernos la vida más fácil.
Las calderas instaladas en nuestros hogares son, por término medio, bastante antiguas, ineficaces y en un estado poco óptimo, y ya no cumplen las normas tecnológicas y reglamentarias.
Ante esta situación, no debe sorprendernos que nuestra vieja caldera empiece a dar problemas y no funcione como debería. La selección de una nueva caldera suele ser un proceso complicado porque hay muchas soluciones diferentes en el mercado para satisfacer las distintas necesidades que puede tener cada consumidor.
Entre los muchos tipos de modelos que hay en el mercado, las que más interés levantan son las calderas con acumulador
Caldera de condensación con acumulador: ¿cómo funciona y qué ventajas ofrece?
Una caldera de condensación consta normalmente de un depósito de 60 a 200 litros, en el que hay una reserva de agua que se mantiene siempre a la temperatura deseada. Este depósito puede ir montado en la pared o en el suelo y la característica más interesante es que es capaz de calentar el agua en unos 15 minutos, en lugar de 3 horas como con una caldera eléctrica normal. Por lo tanto, este tipo de caldera puede satisfacer una gran demanda de agua caliente.
Otro punto interesante es que la caldera con acumulación permite una extracción de agua desde diferentes puntos de la casa, evitando así la escasez de agua cuando debe ser extraída simultáneamente por varias personas.
Esto deja claro que una caldera de acumulación está especialmente indicada para las grandes viviendas, pero sobre todo para las empresas (hoteles, gimnasios, centros de bienestar, B&B) en las que es necesario utilizar el agua producida por la caldera con frecuencia y en grandes cantidades.
Suministro de agua caliente: ¿cuánto tiempo hay que esperar?
El tiempo de espera para la entrega del agua caliente producida puede variar en función de dos factores distintos: uno se debe a la propia caldera y al tiempo que tarda en calentar el agua, el otro factor está relacionado con la distancia entre el grifo y la caldera. Con una caldera de acumulación, generalmente se ahorra el tiempo inicial necesario para calentar el agua, pero si el grifo está situado a una distancia considerable de la caldera, seguirá siendo necesario esperar unos segundos.
Si quieres eliminar este tiempo de espera, la mejor solución es utilizar sistemas de recirculación, que mantienen calientes las tuberías por las que circula el agua, evitando así la espera de la llegada del agua caliente. Obviamente, si se decide por los sistemas de recirculación, debe saber que este mayor confort se corresponde, al mismo tiempo, con un mayor gasto en términos de consumo. Sin embargo, como ya se ha dicho, es una solución óptima que puede ser muy útil sobre todo en hoteles o instalaciones bastante grandes.
Caldera con acumulador: ¿es útil en caso de problemas de presión de agua?
Los problemas de presión del agua se producen normalmente cuando hay un gran número de usuarios, lo que provoca una caída de la presión del agua en el sistema de suministro.
En tales situaciones, una caldera de almacenamiento viene al rescate, ya que permite llenar y calentar la caldera cuando hay suficiente presión, y luego utilizarla cuando sea necesario.
Una última pregunta que se hace a menudo es: ¿es mejor tener una bombona externa o un depósito integrado?
La respuesta a esta pregunta depende principalmente del espacio utilizado, ya que desde el punto de vista técnico y funcional de la caldera, no hay una diferencia sustancial.
Una caldera con acumulador integrado es más grande que una caldera instantánea, pero en algunos casos puede tener un depósito de más de 60 litros de capacidad. Esto afecta principalmente a las calderas murales que, por razones estéticas y estructurales, no pueden tener un cilindro especialmente grande porque serían demasiado pesadas y voluminosas.
Ahora ya conocer que son las calderas con acumulador, sus ventajas y cuándo es recomendable instalar una. Por lo que todo dependerá de donde vayas a instalarla para saber si es una buena o mala elección entre el amplio abanico de opciones que disponemos actualmente.
En Magallón instalaciones, somos expertos en la instalación y mantenimiento de sistemas de aerotermia y geotermia. Llámanos e infórmate.