Instalada en casi la mitad de los hogares, la calefacción de gas es cada vez más popular. La caldera de gas de condensación se ha popularizado gracias a sus múltiples ventajas. ¿Pero qué hay de sus desventajas? ¿Son numerosos? En este artículo, explicamos el funcionamiento de una caldera de gas y todas sus ventajas, así como los factores a tener en cuenta, para que pueda elegir con conocimiento de causa.
¿Qué es la calefacción de gas?
La calefacción de gas se refiere a todas las instalaciones de calefacción central conectadas al gas. Todas estas calderas utilizan gas natural y están conectadas a un circuito de calefacción central. Aquí sólo hablaremos de las calderas de gas, excluyendo el propano (GLP) que se distribuye en bombonas.
¿Cómo funciona una caldera de gas?
El funcionamiento de una caldera de gas es idéntico en todos los aspectos al de una caldera tradicional. En una caldera tradicional, la combustión del gas natural calienta el circuito de agua de la calefacción central. Por tanto, la caldera de gas por combustión aprovecha la energía proporcionada por los humos de la combustión para funcionar.
Los gases de combustión, procedentes de la combustión del gas natural, se llenan de vapor de agua y este vapor se condensa, liberando calor.
Esta energía es la que calienta el agua de retorno del circuito del equipo. El drenaje del agua descargada durante la condensación se realiza a través del sistema de aguas residuales.
¿Cuáles son las ventajas de una caldera de gas?
La caldera de gas tiene una serie de ventajas, como:
- Confort de calefacción: a través de la calefacción central, la caldera de gas da la posibilidad de que el calor se extienda por toda la casa de forma cómoda y difusa. Este no es el caso de la caldera eléctrica, aunque sí lo es en todas las viviendas con circuito de calefacción central. Sin embargo, esta ventaja no es específica de la calefacción de gas, sino del sistema de calefacción central, ya sea de madera, gas o cualquier otro combustible.
- La diversidad de modelos: la caldera de gas puede utilizar varias tecnologías (de condensación, clásica y de baja temperatura). Además, sea cual sea la tecnología elegida, puede funcionar tanto con propano como con gas natural, lo que ofrece una gran flexibilidad de elección.
- Alta eficiencia: las calderas de condensación de gas más recientes ofrecen una eficiencia energética de hasta el 110%. En otras palabras, su equipo suministra más calor del que utiliza el gas para producir. También se encuentran rendimientos casi idénticos en las calderas de condensación de leña y de gasóleo.
- Ahorro de energía: añadiendo un programador o un termostato a su equipo, puede adaptarlo a su estilo de vida y reducir así su consumo de energía.
- Ahorro de tiempo y espacio: Conectarse al gas natural significa no tener que repostar la caldera. Todo se hace automáticamente. Esto ahorra tiempo y espacio. El gas llega a su equipo de calefacción a través de una tubería subterránea. El aceite, la madera y el GLP, en cambio, deben almacenarse en depósitos o silos. La calefacción eléctrica tiene las mismas ventajas que la de gas.
- Requiere poco mantenimiento: La calefacción de gas suele requerir poco mantenimiento. Las calderas de condensación son nuevas y energéticamente eficientes. Un mantenimiento anual por parte de un profesional es suficiente para que su caldera siga funcionando durante unos buenos veinte años. El sistema de calefacción central, por el contrario, recibe muy poco mantenimiento. Si es necesario, se puede desatascar y purgar al cabo de unos años.
¿Cuáles son las desventajas de una caldera de gas?
Como cualquier tipo de sistema de calefacción, la caldera de gas tiene ciertas desventajas, como:
- Una energía contaminante: no te preocupes, aunque el gas es un combustible fósil, es un 25% menos contaminante que el fuel. Sin embargo, las reservas de gas están lejos de ser infinitas…
- Tamaño: una caldera que funciona con gas propano debe estar conectada automáticamente a un depósito de almacenamiento, lo que puede hacerla bastante voluminosa. Además, tendrás que pagar para conectar tu casa a la red de gas de la ciudad.
- Un precio inestable: Los precios de la energía varían de un año a otro. El gas es un recurso indexado al precio del barril de petróleo, que fluctúa constantemente. ¡Y rara vez hacia abajo! Sin embargo, su precio sigue siendo muy inferior al del fuel, que fue votado como la fuente de energía para calefacción más cara.
Aunque son muchas las ventajas de utilizar una caldera de condensación de gas, hay que tener en cuenta algunas cosas antes de instalarla.
Entonces, ¿buena o mala idea?
La calefacción de gas es una opción perfectamente aceptable para calentar su casa. Estar conectado al gas de red es una ventaja. Si bien instalar un equipo eficiente es una condición esencial para que su consumo de energía esté optimizado y controlado. Una caldera de gas de condensación ofrece un gran ahorro energético en comparación con una caldera convencional. Aunque la inversión es mayor en el momento de la compra, se amortiza a largo plazo.
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